Qué son, cómo funcionan y qué fantasías sexuales practicar con la pareja: así la intimidad vuela.
Son el fuego que enciende la pasión y el combustible para un sexo perfecto: se llaman fantasías sexuales y son pensamientos excitantes que dan un impulso al erotismo de la pareja (y no solo eso: hacen la masturbación única). Pueden ser deseos conscientes – sabemos bien qué nos excita y por qué – o inconscientes – sentimos un impulso, pero aún no sabemos identificarlo, pero de cualquier forma son fruto de nuestra imaginación y son la demostración de que disfrutamos (en todos los sentidos) de una salud mental perfecta. Normalmente se llevan a cabo dentro de la pareja, pero en algunos casos pueden implicar a personas ajenas, como en el caso del intercambio de parejas.
Sí, porque muchas de las que antes eran consideradas perversiones sexuales ahora son aceptadas y reconocidas como simples y saludables sueños eróticos, algo que ya no necesitamos esconder, pero que debemos vivir con absoluta normalidad, independientemente de nuestros gustos sexuales.
Según los psicólogos, en la mayoría de los casos los pensamientos eróticos cobran vida a partir de un deseo inconsciente que reprimimos, se hacen notar principalmente durante la adolescencia -desde las primeras experiencias de autoerotismo en adelante, aunque hay quienes desarrollan las primeras fantasías sexuales a los 6 años – y son una verdadera válvula de escape que nos ayuda no solo a escapar del tedio del día a día, sino también de las presiones morales y sociales relacionadas con el sexo.
Las fantasías eróticas son nuestro afrodisíaco natural: ayudan a decir adiós a la banalidad y nos empujan a experimentar sensaciones (posiciones, experiencias y emociones) siempre nuevas. ¡No hay tiempo para el aburrimiento si hay fantasía en el sexo! Y las estadísticas lo demuestran: el 90% de los hombres y el 80% de las mujeres se entregan a las fantasías en la cama.
Vamos a ver cuáles y cuántas son las fantasías sexuales más populares para darle sabor a la vida erótica de la pareja.
Fantasías sexuales: las diferencias entre hombres y mujeres
Las fantasías femeninas y masculinas tienen algunas pequeñas diferencias básicas, según explican los expertos: el erotismo masculino se estimula mediante pensamientos ligados al desempeño sexual – como juegos relacionados con el sexo oral, el deseo de sexo anal, imaginar posiciones específicas. No faltan sueños de sexo más audaces, como el intercambio de parejas, el sadomasoquismo o actos de voyeurismo (sí, estamos hablando de quien disfruta espiar en secreto o ser observado mientras se desviste y se entrega en momentos calientes). Entre las cosas excitantes que vuelven a un hombre loco, generalmente también hay fantasías relacionadas con los zapatos femeninos, la idea de ser sumiso a los pies de las mujeres, imaginar sexo entre mujeres y lluvia dorada -es decir, el deseo de hacer pis en la pareja o que te hagan pis.
Pero ¿cuáles son las fantasías sexuales de las mujeres? Además de las compartidas con las parejas hombres, se centran en situaciones más específicas, como el sexo con objetos y en lugares menos convencionales, como un ascensor, en la bañera, en el probador de una tienda, frente a una chimenea o al atardecer en la playa… Algunos deseos eróticos femeninos son mucho más intensos y están vinculados a la sumisión sexual: por ejemplo, ser tomada por la fuerza o en contra de la propia voluntad. La idea del erotismo entre mujeres no es solo un clásico masculino: también es una fantasía femenina muy difundida.
Fantasías sexuales: las más populares entre parejas
Todas las parejas, incluso las más ardientes, necesitan un poco de fantasía en el sexo, es decir, un poco de condimento para mantener viva la pasión sin caer en la rutina. ¿Cuáles son las fantasías de parejas más populares?
Ménage à trois, es decir, involucramiento de tres personas: una verdadera sobrecarga sensual tanto para el hombre como para la mujer, un juego erótico que es diferente del intercambio. En este caso, entra en juego una tercera persona – hombre o mujer – que cambia el equilibrio del sexo. No importa si esto sucede en la realidad: basta con imaginarlo para darle un toque de intimidad.
Dominación y sumisión: poder y sensación de control chocan con el deseo de sumisión. Un compañero lidera y decide, el otro satisface sus pedidos – 50 tonos de gris, la novela y la película sirvieron de inspiración.
Imaginar a la pareja teniendo sexo con otra persona: desafiar lo prohibido e ir más allá de los estándares. No se trata de sexo en trio, porque en este caso solo observamos, y la razón es muy clara según los psicólogos: ver a otra persona tocando el cuerpo de nuestra pareja nos hace desear aún más a la persona amada y nos remite a los primeros días en que la deseamos.
Las 10 fantasías sexuales en pareja para un sexo sin frenos
Hay mucho, mucho más que las tres fantasías más comunes, especialmente cuando exploramos los deseos sexuales de las mujeres. Estas son las 10 fantasías sexuales de parejas para un sexo inolvidable:
Completamente rasurados: La palabra clave es una: ¡depilación total! Los genitales completamente depilados excitan y permiten sentir sensaciones más intensas tanto durante la penetración como en el sexo oral, ya que los receptores del placer están más al alcance de la mano (y de la lengua).
Juegos eróticos femeninos (y no solo): la mejor idea para darle picante al (habitual) sexo en pareja es utilizar algunos objetos. Un vibrador controlado remotamente, esposas, masajeadores clitorianos… ¡el límite es la imaginación!
Espejo, espejito mío: hacerlo frente al espejo es la solución definitiva para despertar la libido, palabra de expertos.
Fresca y libre: ella debería dejar la lencería en casa y sorprenderlo al ser descubierta en momentos inusuales (en el restaurante, en el cine…).
Un poco de bondage: ¡cero complicaciones! Basta con una bufanda -tal vez de seda- para juegos basados en el control y el deseo.
Hacer un video xxx: utiliza un smartphone para grabar durante el sexo y el placer alcanzará las alturas. No importa si volverán a ver el video, pero la idea de filmarlo enciende todos los circuitos.
Vamos a jugar a doctor: el juego de roles es la mejor manera de dar vida a las fantasías sexuales. Paciente y médico, jefe y secretaria, guardia y ladrón: soltar la imaginación ayuda a superar límites morales y pedir lo que realmente deseamos.
La emoción del peligro: hacerlo al aire libre, en el auto y en una situación arriesgada de posible flagrante, hace despegar la libido. Claro, hay algún peligro, pero tal vez esa sea la parte más excitante de la cosa…
Una película ardiente: ver juntos una película porno, permitir que ambos se exciten e inspire algunas prácticas nuevas, es el punto máximo de las fantasías sexuales en pareja.
Aplicar aceites y lubricantes en el cuerpo: una buena colección de lubricantes estimulantes, aromáticos, sedosos es imprescindible para un poco de sexo salvaje, pero también para probar el sexo anal (otra súper fantasía de muchos).